Sunday, September 22, 2013

El mito de la institución. El camino de Ida (SPOILER ALERT)



La última novela de Ricardo Piglia, El camino de Ida (2013), deviene un relato policial en el que los asesinatos de mentes excepcionales conducen al genio Thomas Munk, profesor de matemáticas en Berkeley que consigue evadir al FBI durante los veinte años en los que actúa como terrorista ecológico, frenando avances tecnológicos de dudosa moral con medidas extremas. Cuando finalmente es detenido al ser traicionado por su hermano, Emilio Renzi, profesor visitante en la Universidad de New Jersey, protagonista y amigo de una víctima, va a visitarlo a la cárcel. El médico residente del penal le dice a Renzi que "una prisión de alta seguridad en los Estados Unidos es una institución compleja, quizá la más compleja forma de vida social que uno pueda imaginar (...) En realidad, es un laboratorio experimental de la conducta de los hombres en condiciones extremas." La institución como laboratorio experimental nos remite a dos predecesores, uno es la noción que aparece en la propia novela de la universidad como caldo de cultivo de ideas radicales que luego se popularizarán en el mundo real, afectando a la población. El otro, no mencionado en la novela, es Charles Manson. En una entrevista de 1972 desde la celda número 13 del corredor de la muerte, Manson equipara la sociedad con el primer plano de la mente, la vida consciente, mientras que las cárceles son "think chambers" (recámaras del pensamiento), el segundo plano o plano subconsciente en el que nacen las ideas que más tarde encontrarán su expresión en sucesos que ocurren en el "mundo libre". (Manson también piensa que no le hace falta matar a nadie porque sucede con tan sólo él pensarlo, lo que puede relacionarse con su interés en el vudú). En la novela de Piglia universidad y cárcel confluyen en la figura de Thomas Monk en una operación paradójica: un individuo cuya función es ser pensador y diseñador de la sociedad intenta destruir esta misma función, la función del progreso, para producir un futuro más libre desde la cárcel.

Friday, September 13, 2013

La encarnación surrealista

En "La producción sistemática de simulacros irracionales" Eduardo Subirats (Proceso a la civilización: La crítica de la modernidad en la historia del cine) analiza Un chien andalou (1929) como la encarnación de los procesos subconscientes en la realidad material. Se desprende ya en el Primer manifiesto (1924) que esta transmutación alucinante (la materialización de la irracionalidad) es uno de los objetivos base del proyecto surrealista, y acto seguido se empieza a enaltecer la predisposición lógica del medio del cine para llevar a cabo esta operación, sobre todo desde su analogía con el sueño (Jean Goudal, "Surréalisme et cinéma,"1925.) Lo que resulta más iluminador es que, debido a las disquisiciones de Subirats sobre la afinidad de Dalí con la sensibilidad católica, nos damos cuenta cómo Un chien andalou revela las similitudes del proceso surrealista con el momento de la encarnación desde un punto de vista católico (imaginero e imaginario.) La fantasía surrealista corresponde a la cristiana en cuanto a que los designios inescrutables del subconsciente se materializan para que así se manifieste la expresión de la auténtica realidad, el subconsciente o el reino de los cielos, que subyace y antecede a la experiencia cotidiana/terrenal. Debemos hablar de una afinidad específicamente católica, ya que esta expresión debe desembocar siempre en imágenes, precedidas por la profecía o el sueño (que se entretejen en Freud, científico surrealista, como lo que podría llamarse una onirización del destino.) La imagen en ambos casos supone el medio para comunicarnos con lo oculto o lo divino mediante las reacciones instintivas del sobrecogimiento, la pena y el asco. La exhibición del acto de rajar el globo ocular es una crucifixión.

Saturday, September 7, 2013

Incipits

El fotógrafo en la silla de ruedas espiaba a sus vecinos. El cineasta en la silla de ruedas fabulaba con su casa de muñecas. Cuando se recuperaron, el fotógrafo fue al museo de pintura. El cineasta se montó en un tren y miró por la ventanilla.

Dijo: "Eres la antítesis de Marilyn." El agujero de su desprecio crecía lenta pero tenaz, como el trabajo de las termitas.

"En la basura se encuentran muchas cosas. Yo encontré a mi familia." Alvaro el platero.

A veces pienso en los canguros.

Nació en una tarde de lluvia mientras su padre disecaba animales.

I dislike Roland Barthes because his method is the personal. I hate the personal.

No me enemistaría ni con mi peor deseo, amonestó el analista.




Continuará... o tan sólo comenzará.











Friday, September 6, 2013

Una mala infinitud de razones determina los restos que se han de filtrar



"Esta realidad fantasmagórica es insalvable. Está constituida de partes en el espacio, cuya vinculación es tan poco necesaria que uno podría imaginar las partes ordenadas de otra manera. Esta se adhirió una vez a nosotros como nuestra propia piel y, del mismo modo, hoy nuestra propiedad todavía se adhiere a nosotros. No estamos contenidos en nada, y la fotografía reúne fragmentos alrededor de una nada." Sigfried  Kracauer. "Sobre la fotografía."

Monday, September 2, 2013

La clase de crítica


El profesor tiene el pelo sucio. Mayra lleva ya casi un año buscando su aprobación. No parece encontrarla del todo, ya que cada vez que ella interviene él contesta algo brillante pero sin ninguna relación. Mayra se siente atraída por lo que ella llama su magnetismo.

En un descanso de clase Mayra le hace un cumplido a otra estudiante acerca de su chaqueta, y acto seguido le pregunta que dónde la ha conseguido. En Alemania, responde secamente la otra estudiante, la cuál es alemana. Se oye una risita ahogada.

Mayra comienza a participar más y a hacer sus participaciones ligeramente demasiado extensas, porque lógicamente esto incrementa sus posibilidades de que el profesor la reafirme. El profesor, sin embargo, comienza paulatinamente a exagerar un rictus impaciente y sacrificado cada vez que ve la mano de Mayra levantada.

Las lecturas son fotocopias de las copias particulares del profesor. En los márgenes se pueden ver sus apuntes a mano. Mayra está inmersa en el pasaje en que un hombre aprende a hablar con el culo para un acto de variedades. Es gracioso al principio, pero el culo acaba hablando por sí sólo y exigiendo sus derechos. Al final el culo decide deshacerse de su dueño, haciendo que se le selle la boca y se le sequen los ojos. En el margen Mayra lee: clave. Mayra se siente indignada y a continuación tira sus llaves a la basura.

La amiga de Mayra le dice: "¿Qué te pasa? Estás como ausente." Están en un espectáculo de un ventrílocuo y Mayra observa asqueada como la mano del ventrílocuo se introduce dentro del cuerpo del muñeco. Mayra se siente confusa aunque sólo ha bebido una copa. Un hombre de mediana edad con corbata no aparta la vista de ella. Mayra teme que su ropa se transparente. Entra al servicio, se desnuda, se cubre la ropa interior con papel higiénico y se vuelve a vestir.

Los dientes del profesor están manchados de café. Mayra lo encuentra ahora repugnante. Ya no participa en clase, aunque el resto de las estudiantes siguen compitiendo por su atención. Quizás debería darle una oportunidad a su novio del instituto después de todo. Llega a la biblioteca y relee un poema del poeta favorito de su novio. Cuando llega a los versos "Parece que los ojos se te hubiesen volado y parece que un beso te cerrara la boca" aparta el libro de sí. Alguien está comiendo una crujiente manzana tras el silencio de la biblioteca. A Mayra le entran ganas de llorar de impotencia.

Mayra acude a la puerta del aula. Después de que todo el mundo entre, decide marcharse.

Mayra ha terminado su segundo visionado consecutivo de Chucky, el muñeco diabólico, en las cabinas audiovisuales de la biblioteca. Lleva cinco días durmiendo allí. Consulta el calendario y la hora. Ha llegado el día, y se levanta decididamente.

Mayra entra en mitad de la clase, y en lugar de sentarse se dirige a la tarima, donde se encuentra el profesor. En un tono exaltado le suplica al grupo de alumnos que no lo permitan, que esto es inhumano.  Les explica que ha estado planeando esto mucho tiempo. Tras dos segundos de silencio parece no encontrar más palabras y sale corriendo de la habitación. Los estudiantes se miran entre sí, medio divertidos.

Dos meses después el profesor recibe una carta. En la carta, Mayra le pide disculpas por su comportamiento. Le comunica que su doctor le ha animado a escribir esta carta y que ella ha accedido de buena gana. Por lo tanto, Mayra le ruega que tenga en cuenta su reciente cambio de actitud y que deje de una vez por todas de drogarla para controlar su mente. Mayra se despide con un cordial saludo.

Durante la misma semana un estudiante le pregunta por Mayra. El profesor le habla de la paradójica misiva en tono jocoso. El estudiante le sigue la broma de manera informal, ya que el estudiante obtuvo hace tiempo la aprobación del profesor.